La población.- Sus industrias.- Veraneantes
Diario de avisos. 28-08-1911. Número 3.803

¡Qué tranquilos y alegres se pasan los días disfrutando de las delicias de un pueblo como éste, rodeado de hermosos pinares; aquí es donde se respira al aire puro y sano!
¡Qué más puerto de mar, que estos cinco caños, que despiden en abundancia agua muy fresca, que en muchas partes estarán deseosas de ella!
Aquí, en esta hermosa y culta villa de Coca, se goza de una temperatura muy deliciosa.

La gente va a dar un delicioso paseo por las afueras del pueblo, a distraerse un poco, en sus espléndidas alamedas. Solo falta a esta villa hacer unos cuantos hoteles en sitios determinados y una vez hechos, ya se vería si muchos de los veraneantes se van a pasar la temporada a ciertos puntos donde quizá no gocen de los encantos que aquí se pueden disfrutar. Yo aseguro que si hubiera quien se ocupara de hacer casas habitaciones para el verano, a la vuelta de un par de años, sería Coca uno de los pueblos mas favorecidos por los veraneantes.
Dejemos esto, y en pocas líneas voy a decir algo de lo que hay en el pueblo, y digo algo, porque si fuera a decir todo, necesitaba el periódico entero y quizá no bastara.

Por la entrada de la estación del ferrocarril y situado a la izquierda de la carretera, está el hermoso castillo, propiedad del duque de Alba, el cual aun se conserva en inmejorables condiciones, y es muy visitado por los forasteros.
A la entrada del pueblo, y viniendo desde Segovia por la carretera, se encuentra la acreditada fábrica de gaseosas de D. Narciso Aceves. Dicha fábrica está montada con los mayores adelantos; ocupa una gran parte del terreno.
Después está la famosa fábrica de la Unión Resinera Española, bien conocida de todos.


La puerta de entrada del pueblo es un hermoso arco, y sobre él está la cárcel, la cual se ve ocupada muy poco para honor del vecindario de Coca.
Seguimos más adelante, y se da acceso a la espaciosa plaza de la Villa. En el centro tiene una columna con cinco hermosas luces eléctricas. En dicha plaza está situada la hermosa y artística iglesia parroquial, en la que hay varios sepulcros de los Fonsecas, admirablemente conservados. Cuantos han visitado este templo, han hecho fotografías de él, y han quedado admirados de los tesoros que encierra.
La nota más saliente del pueblo, son los cinco hermosos caños de agua abundante, con sus dos balsas cubiertas para lavadero público.
Enfrente de estos lavaderos está la antigua iglesia de Santa Rosalía, hoy ya destinada a huerta.
También tiene la noble villa de Coca un círculo de recreo titulado Círculo Caucense.
Aquí hay un buen molino harinero movido por electricidad, propiedad de la Compañía Electra Nava Caucense que es la que tiene establecida la luz eléctrica en la villa.

Igualmente tiene Coca una pequeña imprenta, de la cual es dueño don Román García, siendo cajista de ella el que estas líneas escribe.
La villa de Coca cuenta con todo lo que se necesita para vivir cómodamente y hasta para distraerse, hay una sociedad de declamación; y en ella se pasan las noches de invierno muy distraídas; de vez en cuando se ponen en escena algunas obras dramáticas.
Este año han venido a pasar la temporada de verano varias familias de la corte, las cuales gozan de muchas simpatías aquí, y son queridas por todos; entre las que han venido se encuentran doña Joaquina Ruiz, María Luisa, José y Humberto Llorente y la señorita Asunción Mateos…
Este pueblo por su cultura y la amable hospitalidad de su vecindario, se merece todas las simpatías, y bien vale la pena de ser visitado por los segovianos que no conozcan la belleza del paisaje, la riqueza de sus monumentos históricos y floreciente industria.

MARIANO COSTA MARTIN