Diario de avisos. 07-09-1908. Número 3120

Fábrica destruida
A las siete próximamente de ayer tarde, empezó a circular la noticia de que la fábrica de la Sociedad general Resinera, enclavada en el pueblo de Coca, era pasto de voraces llamas.
Inmediatamente de conocerse la magnitud del incendio, el Gobernador civil de la Provincia, con algunos individuos de vigilancia y acompañado de su secretario, se dispuso a marchar al lugar del siniestro, ordenando antes que en las Estaciones del tránsito estuvieran puestas para marchar al mismo punto, algunas fuerzas de la guardia civil.
Antes de partir la primera autoridad de la provincia, telegrafió el incendio al señor ministro de la Gobernación.
A pesar de la importancia que al fuego se le ha concedido desde el primer instante por haberse producido en un depósito de materias combustibles, afortunadamente no parece ha tenido las tristes consecuencias que podría haber tenido.


El incendio
Comenzaron a notarse las llamas en la Fábrica Resinera a las tres y media de la tarde de ayer, e inmediatamente se dispusieron a sofocar el terrible y voraz elemento los obreros de dicha fábrica y los vecinos todos del pueblo de Coca.
Mas no era posible por la carencia de agua y el calor que despedían las llamas de la resina al aproximarse a la Fábrica, y esto constituyó la mayor imposibilidad de atajar las proporciones del siniestro.
Temíase que el incendio se propagara a un lugar inmediato donde existían tres depósitos de aguarrás, dos de cabida de 45.000 kilogramos y otro de 100.000, y además bastantes barricas de colofonia; más no fue así, las llamas invadieron solo el edificio donde se encontraba la resina y toda la maquinaria de la Fabrica, que de resultas del fuego ha quedado inutilizada casi totalmente.

Auxilios
Todos los pueblos inmediatos a Coca, tan luego como tuvieron conocimiento del suceso, se personaron en aquel lugar, para ayudar a la extinción del incendio.
También acudieron fuerzas de la guardia civil de los pueblos comarcanos.

De Segovia
Como hemos dicho, también se personaron en el sitio del suceso el señor Gobernador civil con su secretario, el segundo jefe de policía Sr. Cárdenas, los vigilantes señores Oviedo y LaOrden y muchas otras personas.
A las nueve y media de la noche se encontraron dispuestas en la estación al objeto de salir para Coca en tren especial, las bombas de incendio de esta capital.

El regreso
En el tren 22 que tiene la llegada a Segovia a las cuatro y treinta de la mañana, han regresado las autoridades y cuantos fueron a Coca con ocasión del incendio.

Los trabajos de extinción
Desde las primeras horas de la noche se asegura que trabajaban en la extinción del fuego unas 3.000 personas aproximadamente y sus esfuerzos inauditos y verdaderamente extraordinarios han conseguido que el suceso no haya tenido la importancia que pudo tener.

Las pérdidas
Las pérdidas ocasionadas en la fábrica de la Sociedad general de Resinación se calculan en la cantidad de ochocientas mil pesetas, a pesar de no haberse quemado ningún depósito de aguarrás, limitándose como llevamos dicho el incendio del edificio en que se depositaban las resinas y donde está instalada la maquinaria.

El fuego se localiza
Después de incesantes trabajos a últimas horas de la noche se consiguió dominar el incendio, aunque por completo la extinción del mismo no se efectuará en unos días.
Se ignora hasta la fecha las causas que motivaron el incendio.

El juzgado de instrucción
Enterado del hecho el Juzgado de instrucción de Santa María de Nieva, comenzó a instruir las oportunas diligencias, comenzando por tomar declaración a los obreros de la fábrica.
Afortunadamente no se han registrado desgracias personales, más que ligeras erosiones causadas quizás a consecuencia del tumulto propio de tales casos.
Las autoridades de todo orden contribuyeron con sus disposiciones acertadas a que el incendio no tomara aterradoras proporciones, por lo que merecen sinceros aplausos.

Extraído del libro "Crónicas de antaño" de Luis Sanz Rodríguez.